Por Mayela Avendaño
Inolvidable, es la única forma en que se puede describir lo que ocurrió la noche de anoche en el Palacio De Los Deportes, dónde éste importante recinto dió lugar a la celebración del 35 aniversario de uno de los más grandes exponentes del rock en español de los últimos años, Enrique Bunbury.
En medio de cientos de espectadores, gritos, campanadas tenues y un juego de luces imperdibles, Bunbury aparició en el escenario con el peculiar estilo que lo caracteriza y una energía desbordante que de inmediato cautivó a todo su público.
A ritmo de “Cualquiera En Su Sano Juicio”, Bunbury entonó sus primeras estrofas, haciendo resonar el recinto con su potente voz, conectando con sus fans desde el primer momento.
Siguiendo con temas como “N.O.M”, “El Precio Que Hay Que Pagar” y por supuesto “El club De Los Imposibles”, el cantautor hizo enloquecer a los cientos de espectadores que con sombreros y looks inspirados en el español, coreaban al unísono con peculiar sentimentalismo cada canción.
Con una cara que demostrada plena felicidad, Bunbury se dio el tiempo para agradecer la asistencia de la noche, agregando lo dichoso que lo hacía volver a los escenarios del pueblo mexicano, “Que maravilla volverles a ver las caras, que maravilla volver al Palacio de los deportes».
Destacando que este show era para celebrar el 35 aniversario de su carrera, en el que estaríamos presenciando sus temas en solitario y a la vez alguno otro perteneciente a los Héroes Del Silencio, Enrique siguió la noche con temas como «El Momento De Aprovechar El Momento», canción que se volvió una de las primeras partes memorables de la noche, ya que como si fuera un sólo corazón, los brazos de sus asistentes se movían como olas de lado a lado, iluminando el recinto con sus dispositivos móviles y creando un ambiente mágico.
“Despierta”, “El Rescate”, “Parecemos Tontos” y “Que Tengas Suertecita”, fue un poco de lo que vino después, manteniendo un nivel de energía impresionante que se compartía entre el cantante y su amado público.
Tras mensajes de agradecimiento, baile y mucho rock, Bunbury se preparó para interpretar a su emblemática «Lady Blue», canción que hizo retumbar el lugar, con la voz y alma de todos sus asistentes. Al comenzar esta interpretación, Bunbury se despedía del público, sin embargo, afortunadamente y gracias al entusiasmo de los presentes, sólo sería para tomarse un break para cambiar de vestuario y seguir con la segunda parte de la show. “Nosotros vinimos de muy lejos para pasarla bien” comentó al subir de nuevo al escenario .
Regresando al escenario con “Antes De Desayunar”, “Infinito”, “Maldito Duende” y cerrando con broche de oro con «La Constante», Bunbury demostró el inmenso amor que siente por el pueblo mexicano con cada palabra y cada verso cantado, mostrando así el legado que ha construido con 35 años de honesto trabajo y dedicación.
“GRACIAS MEXICO” finalizó.