Cuando eres adulto, saber montar una bicicleta es algo tan común que la mayoría de nosotros sabemos cómo hacerlo. Sin embargo, solemos olvidar el gran reto y el extraordinario logro que esto significó de pequeños para nuestras vidas. Lo que es una realidad, es que tanto para los niños y niñas, como para los adultos, andar en bici implica dedicación, práctica y muchos, pero muchos raspones.
En junio celebramos el Día Mundial de la Bicicleta, y como sabemos lo difícil que puede ser para algunos niños aprender a usarla, te compartimos estos tips que reducirán la probabilidad de raspones en el intento, así como su correcto y oportuno tratamiento.
Con los pies en la tierra
Los psicólogos recomiendan que entre los 3 y 4 años sea el primer acercamiento de tus hijos con una bicicleta para desarrollar correctamente sus habilidades psicomotoras. Claro, esto no quiere decir que le des a tu pequeño una rodada 20. Lo ideal sería que su primera bici sea una sin pedales que le permita moverse únicamente con los pies. Y con el paso de los años, tal vez dos o tres después, puedas hacer cambios hasta llegar a una más acorde con su movilidad.
Objetivo: adiós rueditas
Quitarle las rueditas traseras a la bicicleta es todo un logro, por lo que es posible que una vez que domine y se sienta en confianza con este tipo de bicicleta, quiera quitar ese apoyo de manera inmediata. Suele ser después de los 6 años cuando al niño se le facilita tener mayor equilibrio, pero lo más importante es que tú lo consideres según su avance.
Y la mejor bici es…
Lo que debes tener en mente al momento de adquirir una bicicleta para tu pequeño o pequeña,es que el asiento sea ajustable para que tenga la oportunidad de que sus pies toquen el piso. Si además la bici tiene freno en los pedales evitaría que batalle al alcanzar a los que se encuentran en el manubrio.
Todo perfectamente equilibrado
Controlar la bicicleta básicamente es posible al buen equilibrio. Para ayudar a que tu hijo lo logre, puedes prepararlo de la siguiente manera: mientras está montado en la bicicleta pídele que coloque los pies en el piso y haz que realice movimientos que le ayuden a apoyar el peso en un pie y luego en el otro.
Momento de dejarlos ir
Tarde o temprano llegará el momento de dejarlos solos para que al fin logren andar en bicicleta sin necesidad de las rueditas. Pero antes de hacerlo, puedes optar por ir junto a él o ella, mientras sostienes con las manos el asiento y el volante para ayudarle a mantener el equilibrio. Una vez que lo domine será tiempo de dejarle rodar.
Los accidentes son parte del proceso de aprendizaje. Conoce el paso a paso del cuidado de una herida
Los raspones no podrán evitarse, en estos casos procura siempre tener a la mano curas adhesivas que sean resistentes al agua y amigables con la piel de tus pequeños para colocar en sus heridas; Leukoplast Kids Hero Edition además de ayudarte a cuidar las heridas menores de tus hijos, son divertidas porque su diseño de Super Héroes con Batman y La Mujer Maravilla les hará pensar más en su superpoder favorito y menos en ese doloroso raspón.
Recuerda:
Lavar la herida con agua y jabón neutro.
Seca la herida con una gasa estéril.
Aplica un protector cutáneo alrededor de la herida y un cura Leukoplast Kids Hero Edition para favorecer su cicatrización.
El 95% del éxito en su aprendizaje reside en la paciencia. Sé consciente del gran esfuerzo que tu hijo o hija está haciendo para dominar la bicicleta, apóyalos y motívalos en todo momento, pues alcanzar este logro junto a ti forjará en ellos no sólo una acción que le será útil el resto de su vida, también creará recuerdos únicos que atesorará siempre.
Estas son sólo algunas de las recomendaciones que puedes seguir para que tu hijo o hija poco a poco pierdan el miedo a andar en bicicleta. Recuerda también que la seguridad es esencial, así que no olvides ponerle casco, rodilleras y coderas para evitar accidentes graves, porque es un hecho: va a caerse.